Feliz inicio de semana!! aquí comenzando con muchas ganas y con renovada energía para hacer las cosas bien y conseguir metas.
Pues les cuento que el fin de semana gracias a la insistencia y patrocinio de mi amigo Leon, fui a ver Avatar, y que les puedo decir?? Me encantó!! quiero ser azul!! tener un puerto USB en mi pelo y conectarme con todo mi alrededor; que mundo tan bonito y que bonita relación de los habitantes de Pandora con su entorno y su mundo en general, yo creo que esa película, puede servir mucho en el punto de concientización para cuidar más de nuestra tan aporreada tierra, ya son muchas las señales de que las cosas no van bien y aún así hacemos oídos sordos, ojalá que pueda sentarse un precedente de que aunque esto es una película, las cosas no tienen porque seguir siendo así y de que si podemos cambiar muchos malos hábitos y sobre todo respetar, respetar a los demás, a los seres vivos en general y a la tierra.
Bueno ya, pasado ese momento fílmico-ecológico-reflexivo, les quiero compartir más sobre mi visita a las ciudades de Zürich, Berna, Lucerna y Ginebra.
GINEBRA
Como se podrán imaginar ciudades preciosas todas, si me dieran a escoger sin duda me quedaba con Ginebra, ciudad por demás interesante por sus relojes, su banca, sus sedes diplomáticas ahí establecidas, además de ser la ciudad más cosmopolita de Suiza.
Yo en el tren rumbo a Ginebra
A esta ciudad fuimos en tren, que dicho sea de paso, fue otra experiencia muy bonita, que comodidad y que maravilla, puedes viajar a ciudades relativamente lejanas en poco tiempo, sentada en un asiento de primera, disfrutando bellos paisajes y sin el mas mínimo ruido que pueda perturbar, tu sueño, tu lectura, o cualquier cosa que decidas hacer mientras viajas, muchos deciden comprar un tentempié e irlo disfrutando en el camino, pues los asientos tienen pequeñas mesas, y además en el interior del tren, como en los aviones, pasa un carrito vendiendo cosas, refrescos, agua y café ( aquí me sentí como en Harry Potter jajajaja), llegando a Ginebra, tomamos un tranvía del transporte público, y que también son una maravilla de comodidad y rapidez, fuimos hasta las instalaciones de la ONU y pues ahí tomamos unas fotitos, cuando íbamos llegando por ahí pasó frente a nosotros una persona muy alta de raza negra, ataviado con traje y un abrigo negro, lo vi muy poco, pero mi amiga Keru y yo lo reconocimos cuando nos hubo ganado un poco de distancia ( caminaba súper rápido jajaja) coincidimos en que se trataba de ésta persona.
Afuera de la sede de la ONU en Ginebra.
Después de la ONU fuimos al museo de la Cruz Roja que se encuentra ahí enfrente, y saliendo de ahí ya con algo de camino andado a pie, decidimos ir a comer al centro, encontramos un restaurant rico y nos deleitamos nuevamente de comida Tailandesa, saliendo de comer, seguimos viendo aparadores, pues ahí al igual que en Milán, nos encontramos con muchas tiendas exclusivas y disfrutamos viendo y comprando ( ok solo viendo jajajaja) cosas muy bonitas.
Se nos fue la tarde volando y era hora de regresar, tomamos el tren de vuelta, cansadas pero felices y llegando a casa, el maridis de Keru, nos recibió con una cena muy típica suiza, el Raclette que es un queso que se pone a gratinar, asar, derretir o como se le pueda llamar en un aparato con un radián eléctrico, el queso se suaviza y se come asi calentito, acompañado de papas para raclette y cebollas desflemadas con sal y paprika, que delicia!! Aquí les dejo una foto de nuestra cena.
Nuestra cena de Raclette ,delicioso queso con cebollas y papas, sazonado con pimienta negra, pimienta y aromat.
De Berna, la capital pudimos apreciar paisajes nevados preciosos además de un río que tiene unos caseríos muy bonitos alrededor, también visitamos a los osos, que son emblemáticos de la ciudad de Berna.
Caseríos en Berna, unas vistas preciosas.
Nos contó Keru, que hace tiempo una persona afectada de sus facultades mentales irrumpió en el área donde tienen confinados a los osos, como era de esperarse, fue atacado por uno de ellos, en el momento los policías que se encontraban por ahí y que eran policías normales, no contaban mas que con armas comunes y corrientes , así que dispararon contra el oso a fin de salvarle la vida al tipo que había entrado a las jaulas, y pues resulta, que el oso no murió ( tampoco el hombre), pero si estuvo un tiempo fuera de circulación por las heridas que le fueron causadas en el incidente, y para sorpresa nuestra, el día que visitamos las ciudad, fue el primer día en que el oso volvió al área en donde normalmente vive, además ahí a nuestro lado, estaba una persona que traía un chaleco que indicaba que era el doctor de los osos y pues Keru se apresuró a preguntarle sobre el oso, y confirmó que el que aparece en las fotos es el mismo del ataque y que ya se encuentra en perfecto estado de salud. Aquí una foto del oso en cuestión.
A Zurich íbamos con la idea de conocer el centro pues de ahí sólo habíamos recorrido el camino Aeropuerto – Casa de Keru a nuestra llegada, y llegamos en coche, y aunque el estacionarse en el centro de Zürich dicen que es una proeza porque los lugares no abundan y por lo regular hay que caminar un buen, los Dioses del Estacionamiento ( así como dice Ruth) estaban con nosotras, y conseguimos un lugar justo enfrente del Landesmuseum de Zürich, ahí lamentablemente no permiten tomar fotos, pues la luz de los flashes podría dañar la pintura de muchas obras ahí expuestas, pero vimos desde pinturas antiquísimas, hasta vestuarios de épocas antiguas siglo XVII y así ( aquí se que pequé y que seguramente sería merecedora de una súper regañiza, pero le tomé una foto a algunos vestuarios, la foto no es tan buena pero vaya, quienes me conocen bien, saben de mi debilidad por esas cosas de antaño y me quise traer un recuerdo fotográfico de algo así).
Una pequeña muestra de todo lo que vimos en el Landesmuseum en Zürich.
También vimos zapatos que seguramente eran una tortura para aquellos que los calzaban, pero eso sí, andaban a la última moda!! también vimos colecciones de diferentes accesorios para el té en plata, vidrio y cristal hechos a mano, unas verdaderas preciosidades, así como unos hornos hechos de cerámica que cuentan con un asiento al lado para calentarse en los fríos tan extremos que se viven por allá y que en aquellas épocas era de las pocas maneras de mantenerse caliente en casa.
En otra área del museo, tenían una exposición de fotografía, desde fotos antiguas hasta fotos modernas, con personajes del gobierno y temas de actualidad.
En la entrada al museo también nos encontramos con que tenían instalada una pista de hielo, en la cual los chiquitines gozaban de lo lindo y a un lado de la pista, un café bar en donde los papás esperaban mas cómodamente a sus chiquitines, la vez anterior que fui a Suiza mis enanos difrutaron mucho de una de estas pistas.
Pista de hielo con café bar para los papás :)
LUCERNA
De Lucerna que les puedo decir? Por alguna extraña razón Lucerna me inspira un cariño que no puedo explicármelo, tal vez sean recuerdos de la vez pasada que fui o que según yo la ciudad tiene un aire romántico con ese puente que cruza el lago que divide la ciudad y ese castillo en la montaña que se ve tan lindo iluminado por las noches y en un blanco brillante durante el día.
Puente de Lucerna
Con mis amigas.
Cuando visitamos Lucerna, el día parecía que estaría muy bonito, pues saliendo de la ciudad en donde vive Keru, un señor sol nos acompaño casi todo el camino, de hecho vestimos ropa menos gruesa para ese día, y oh error!! Cuando llegamos a Lucerna, todo se oscureció, y comenzó a nevar!! De inmediato la temperatura comenzó a bajar aun más y la visita que teníamos planeada para caminar y recorrer la ciudad, se hizo a un paso mucho mas apresurado, pues teníamos pensado también llegar a cierta tienda de souvenirs ubicada en una de esas callejuelas tan bonitas que hay alrededor del lago de Lucerna, compramos nuestras recuerdos para familiares y amigos y volvimos al carro en medio de titiriteos jajaja, fue una visita rápida, pero ah como disfrutamos a pesar del frío todas esas salidas.
Completamos nuestra estancia a Suiza, con visitas a malls y tiendas cercanas al lugar donde vive Keru, y yo tenía muchas ganas de ir a una tienda Sueca llamada IKEA, y que a raíz de mi reciente enamoramiento por las tierras suecas gracias a las novelas de Stieg Larsson moría de ganas de ir, y Keru me cumplió ese deseo, estuvimos horas en la tienda, ahí compramos algunas cositas que pudiéramos traer en las maletas y que hicieran constar nuestro paso por ahí, de hecho ahorita estoy escribiendo el post con el aroma acanelado de unas velas que me traje de ahí.
Dos días antes de regresar, Keru, su maridis y una pareja de amigos, nos invitaron a un bar cercano a manera de despedida, yo me puse una guarapeta de aquellas con una sóla bebida, pues como no tomo, en cuestión de minutos ya estaba yo muerta de la risa, lo bueno que de rato pidieron un plato con queso, pan y aceitunas que hicieron que el calor y el mareo se me pasaran, pero ahhh como me reí y me la pasé bien esa noche.
Keru muchas gracias una vez mas por recibirnos en tu casa, por hacer de nuestra visita una experiencia inolvidable ( una vez más) y por permitirme guardar tantas y tantas imagines, sabores, y experiencias en esta cabeza a veces hueca jajajaja, te quiero mucho a ti y a toda tu hermosa familia, recibe un abrazo con todo mi cariño.